Estarán unidas en tu mano (Ez 37, 17)
Tradicionalmente, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se celebra del 18 al 25 de enero.
Estas fechas fueron propuestas en 1908 por Paul Watson para cubrir el periodo entre la fiesta de san Pedro y la de san Pablo. Esta elección tiene un significado simbólico. En el hemisferio Sur, donde el mes de enero es tiempo de vacaciones de verano, se prefiere adoptar igualmente en otra fecha, por ejemplo en torno a Pentecostés (sugerido por el movimiento Fe y Constitución en 1926) que representa también otra fecha simbólica para la unidad de la Iglesia.
Guardando esta flexibilidad de espíritu, les animamos a considerar estos textos como una invitación para encontrar otras ocasiones, a lo largo del año, y expresar el grado de comunión que las Iglesias ya han alcanzado, y orar juntas para llegar a la plena unidad querida por Cristo.El tema bíblico y textos para la Semana de oración por la unidad de los cristianos 2009 provienen de la experiencia de las Iglesias en Corea. Frente a la división de su país, las Iglesias han buscado la inspiración en el profeta Ezequiel, quien también vivió en un país trágicamente dividido y que deseaba la unidad para su pueblo.A partir del texto central de Ezequiel, nuestra reflexión a lo largo del "octavario" de la Semana de oración por la unidad de los cristianos nos hace tomar conciencia de que la unidad de la Iglesia también contribuye a la renovación de toda la comunidad humana. Esto entraña para nosotros una responsabilidad importante: todos los que confiesan a Cristo como Señor deben esforzarse por cumplir su oración "para que ellos sean uno... y el mundo crea que tú me has enviado" (Jn 17, 21).
Guardando esta flexibilidad de espíritu, les animamos a considerar estos textos como una invitación para encontrar otras ocasiones, a lo largo del año, y expresar el grado de comunión que las Iglesias ya han alcanzado, y orar juntas para llegar a la plena unidad querida por Cristo.El tema bíblico y textos para la Semana de oración por la unidad de los cristianos 2009 provienen de la experiencia de las Iglesias en Corea. Frente a la división de su país, las Iglesias han buscado la inspiración en el profeta Ezequiel, quien también vivió en un país trágicamente dividido y que deseaba la unidad para su pueblo.A partir del texto central de Ezequiel, nuestra reflexión a lo largo del "octavario" de la Semana de oración por la unidad de los cristianos nos hace tomar conciencia de que la unidad de la Iglesia también contribuye a la renovación de toda la comunidad humana. Esto entraña para nosotros una responsabilidad importante: todos los que confiesan a Cristo como Señor deben esforzarse por cumplir su oración "para que ellos sean uno... y el mundo crea que tú me has enviado" (Jn 17, 21).
Por eso el Octavario comienza con una reflexión sobre la unidad de los cristianos. Frente a nuestras divisiones doctrinales y frente a nuestro pasado escandaloso hecho de divisiones -y a veces de odio- entre cristianos, rezamos para que Dios, que hace venir el Espíritu de vida a huesos secos y que modela entre sus manos nuestra unidad en la diversidad, haga soplar un viento de vida y de reconciliación sobre la aridez de nuestros corazones y sobre nuestras divisiones actuales. En este primer día y durante todo el Octavario, somos invitados a rezar por las situaciones del mundo donde la reconciliación es necesaria, y estar atento en particular al papel que la unidad de los cristianos puede jugar en su favor.
En el segundo día, las Iglesias oran para que la paz triunfe sobre las guerras y la violencia, para que, como discípulos del Príncipe de la Paz, los cristianos puedan aportar, a pesar de los conflictos, esta reconciliación que está arraigada en la esperanza.
El tercer día nos ofrece una meditación sobre la fuerte disparidad entre ricos y pobres. Nuestra relación con el dinero, nuestra actitud hacia los pobres son un lugar de comprobación de nuestra vida de discípulos seguidores de Cristo, que vino para liberarnos y anunciarnos la buena noticia a los pobres, la libertad a los esclavos y la justicia para todos ellos.
La intención del cuarto día es rezar con el fin de que los cristianos comprendamos que juntos podemos proteger las maravillas de la creación que Dios nos confió, el aire que respiramos, la tierra que nos ofrece sus frutos y la creación que glorifica a su autor.
En el quinto día rezamos para que cesen los prejuicios y las discriminaciones en nuestras sociedades de hoy. Reconociendo que nuestra dignidad nos viene de Dios, nuestra unidad como cristianos testimonia la unidad del que, por su amor, hace de cada uno de nosotros un ser único. Somos llamados a edificar un reino de justicia y de amor, en el que las diferencias son respetadas porque somos uno en Cristo.
En el sexto día nos acordaremos en la oración de los que sufren y de todos los que les asisten. Los Salmos nos ayudan a comprender que los gritos de sufrimiento o de dolor que lanzamos hacia Dios pueden ser la expresión de un lazo profundo y fiel con él. La compasión de los cristianos frente a la desesperación de los que sufren es un signo del Reino. Unidas, las Iglesias cristianas pueden hacer cambiar las cosas tratando de obtener para los enfermos la ayuda material y espiritual que necesitan.
El séptimo día trata de los cristianos frente al pluralismo y rezando por su unidad en Dios. Sin esta unidad, nos será difícil construir un reino de paz con todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Con las intenciones de la oración para el día octavo, volvemos a nuestro punto de partida porque rezamos con el fin de que las bienaventuranzas aporten su espíritu a este mundo. Los cristianos llevan en ellos la esperanza que todo se renueva según el orden nuevo que Cristo estableció. Así es como pueden ser portadores de esperanza y artesanos de la reconciliación frente a las guerras, la pobreza, las discriminaciones y todas las demás situaciones donde seres humanos sufren y donde gime la creación. La Semana Celebrada en CARACAS. VENEZUELA.
En el segundo día, las Iglesias oran para que la paz triunfe sobre las guerras y la violencia, para que, como discípulos del Príncipe de la Paz, los cristianos puedan aportar, a pesar de los conflictos, esta reconciliación que está arraigada en la esperanza.
El tercer día nos ofrece una meditación sobre la fuerte disparidad entre ricos y pobres. Nuestra relación con el dinero, nuestra actitud hacia los pobres son un lugar de comprobación de nuestra vida de discípulos seguidores de Cristo, que vino para liberarnos y anunciarnos la buena noticia a los pobres, la libertad a los esclavos y la justicia para todos ellos.
La intención del cuarto día es rezar con el fin de que los cristianos comprendamos que juntos podemos proteger las maravillas de la creación que Dios nos confió, el aire que respiramos, la tierra que nos ofrece sus frutos y la creación que glorifica a su autor.
En el quinto día rezamos para que cesen los prejuicios y las discriminaciones en nuestras sociedades de hoy. Reconociendo que nuestra dignidad nos viene de Dios, nuestra unidad como cristianos testimonia la unidad del que, por su amor, hace de cada uno de nosotros un ser único. Somos llamados a edificar un reino de justicia y de amor, en el que las diferencias son respetadas porque somos uno en Cristo.
En el sexto día nos acordaremos en la oración de los que sufren y de todos los que les asisten. Los Salmos nos ayudan a comprender que los gritos de sufrimiento o de dolor que lanzamos hacia Dios pueden ser la expresión de un lazo profundo y fiel con él. La compasión de los cristianos frente a la desesperación de los que sufren es un signo del Reino. Unidas, las Iglesias cristianas pueden hacer cambiar las cosas tratando de obtener para los enfermos la ayuda material y espiritual que necesitan.
El séptimo día trata de los cristianos frente al pluralismo y rezando por su unidad en Dios. Sin esta unidad, nos será difícil construir un reino de paz con todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Con las intenciones de la oración para el día octavo, volvemos a nuestro punto de partida porque rezamos con el fin de que las bienaventuranzas aporten su espíritu a este mundo. Los cristianos llevan en ellos la esperanza que todo se renueva según el orden nuevo que Cristo estableció. Así es como pueden ser portadores de esperanza y artesanos de la reconciliación frente a las guerras, la pobreza, las discriminaciones y todas las demás situaciones donde seres humanos sufren y donde gime la creación. La Semana Celebrada en CARACAS. VENEZUELA.
TEXTOS BÍBLICOS.
Domingo, 18 de enero 2009.
Las comunidades cristianas ante sus viejas y nuevas divisiones. Ez 37, 15-19.22-24ª Uno en tu mano Sal 103, 8-13 o 18 El Señor es misericordioso, benévolo y lleno de fidelidad1 Co 3, 3-7.21-23. Hay entre vosotros celos y disputas ...vosotros sois de Cristo Jn 17, 17-21. Que todos sean uno... para que el mundo crea.
Lunes, 19 de enero
Los cristianos ante la guerra y la violencia. Is 2, 1-4 No se adiestrarán para la guerra Sal 74, 18-23 No olvides sin fin la vida de tus pobres. 1 Pe 2, 21-25 Sus cicatrices nos curaron Mt 5, 38-48 Orad por los que os persiguen.
Martes, 20 de enero
Los cristianos ante la injusticia económica y la pobreza. Lv 25, 8-14 El jubileo como liberaciónSal 146 (145) El Señor hace justicia a los oprimidos1 Tim 6, 9-10 El amor al dinero, la raíz de todos los males Lc 4, 16-21 Jesús y el jubileo como liberación.
Miércoles, 21 de enero
Los cristianos ante la crisis ecológica. Gn 1, 31 - 2, 3 Dios vio todo lo que había hecho. Y era muy bueno Sal 148, 1-5 Sobre su orden, fueron creados Rom 8, 18-23 La creación liberada del poder de la nada Mt 13, 31-32 La más pequeña de todas las semillas.
Jueves, 22 de enero
Los cristianos ante las discriminaciones y prejuicios sociales. Is 58, 6-12 No te cierres a tu propia carne Sal 133 La dulzura de los hermanos es vivir juntos Gal 3, 26-29 Todos vosotros sois uno en Cristo Lc 18, 9-14 A los que se tenían por justos.
Viernes, 23 de enero
Los cristianos ante la enfermedad y el sufrimiento. Re 20, 1-6 ¡Oh Señor!, acuérdate de míSal 22 (21), 1-11 ¿Por qué me has abandonado? Sant 5, 13-15 La oración de la fe salvará al enfermo Mc 10, 46-52 ¿Qué quieres que haga por ti?.
Sábado, 24 de enero
Los cristianos ante el pluralismo religioso. Is 25, 6-9 Es el Señor en quien confiamos Sal 117 (116), 1-2 Alabad al Señor todas las naciones. Rom 2, 12-16 Los que ponen en práctica la ley serán justificados Mc 7, 24-30 A causa de esta palabra, el demonio salió de tu hija.
Domingo, 25 de enero
Los cristianos proclaman la esperanza en un mundo dividido. Ez 37, 1-14 Voy a abrir sus tumbasSal 104, 24-34 Renuevas la faz de la tierra Ap 21, 1-5ª He aquí que hago nuevas todas las cosas Mt 5, 1-12 Dichosos los que…
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