Comunicado ante la autodenominada "Iglesia Católica Reformada"
1. Los Obispos de Venezuela, reunidos en la 90ª asamblea ordinaria, manifestamos nuestro profundo dolor por el escándalo causado por la actitud de dos sacerdotes, hasta hace poco miembros del clero de la Arquidiócesis de Maracaibo y de la Diócesis de Cabimas que, junto a dos pastores disidentes de la Iglesia Luterana, han fundado una agrupación religiosa a la que han denominado "Iglesia católica reformada", y por la pretendida "ordenación episcopal" de uno de los sacerdotes -del clero de Cabimas-, lo que ha sembrado cierta confusión en el pueblo católico de Venezuela.
2. Compartimos los conceptos emitidos en los comunicados de la Arquidiócesis de Maracaibo y de la Diócesis de Cabimas, en los que se rechaza totalmente la pretensión de los fundadores de la mencionada agrupación de confundir al pueblo de Dios y a la opinión pública, haciendo creer que se trata de una división de la Iglesia Católica; y también asumimos el llamado que en ambos documentos se hace a los fieles católicos a no dejarse engañar por esta agrupación autodenominada "Iglesia católica reformada de Venezuela", y a permanecer unidos a la verdadera Iglesia Católica y a sus legítimos pastores, el Santo Padre Benedicto XVI y a sus obispos, sucesores de los apóstoles.
3. Reiteramos nuestra voluntad de continuar el camino del diálogo ecuménico con las otras confesiones cristianas que existen en Venezuela, con quienes nos une la fe en Jesucristo, Señor y Salvador, en el respeto de las diferencias y en la continua búsqueda de la unidad deseada.
4. Exhortamos a los fieles católicos a orar incesantemente a Dios Padre, invocando la intercesión de María de Coromoto, patrona de Venezuela, para que la Iglesia animada por el Espíritu, crezca y se fortalezca en su fe en Jesucristo, bajo la guía de sus legítimos pastores.
Caracas, 11 de julio de 2008.
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela
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