NAVIDAD: TIEMPO DE ESPERANZA Y PAZ 1. En el clima de renovación espiritual, cercanía familiar y reconciliación cristiana, característicos de la ya próxima Navidad, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana quiere hacer llegar a todos los venezolanos y venezolanas un mensaje de esperanza y solidaridad.
2. Al invitarlos a todos a contemplar en el portal de Belén al Hijo de Dios hecho hombre, queremos proclamar, una vez más, la altísima dignidad de la persona humana y nuestro compromiso en la defensa de sus derechos inalienables, y deplorar los atentados en contra de los mismos que se dan en nuestro país, particularmente en las ciudades y en las zonas fronterizas.
3. Queremos igualmente, expresar nuestro apoyo a todas aquellas personas, agrupaciones e instituciones que a través de n trabajo perseverante, y con fiel apego a la Constitución y las leyes, manifiestan su descontento hacia las decisiones que coartan contra las libertades ciudadanas, denuncian el ejercicio poco democrático de la autoridad, y reclaman signos de reconciliación e inclusión social.
4. Mostramos nuestra preocupación por el estado de salud y la vida de los jóvenes estudiantes que, a través de una huelga de hambre, hacen un llamado a la conciencia ciudadana sobre la situación de los derechos humanos en nuestro país.
5. La Navidad es un tiempo de paz. Si queremos conseguir una paz verdadera tenemos que educar para la paz, que es producto de la justicia, y crear juntos una cultura de la vida. Por tal motivo, invitamos a fomentar en todas las instancias de la vida personal, familiar y social, el diálogo y el entendimiento, y a rechazar el recurso a la violencia, las amenazas y la descalificación personal como vía de enfrentar las diferencias. Rechazamos, en particular, las ofensas injustificadas proferidas en los últimos días por altos personeros del Estado en contra del Sr. Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas.
6. Queremos hacer llegar nuestra solidaridad a todos los que en estos días sienten la inquietud y tristeza de haber perdido a sus seres queridos a causa de la violencia y la inseguridad ciudadanas, y a los que se han quedado sin sus puestos de trabajo o ven comprometidos sus ahorros por la irresponsabilidad de algunas instituciones bancarias; a los privados de libertad en razón de sus posiciones políticas. El Niño Jesús que escogió nacer entre los pobres y olvidados de este mundo, les conceda su consuelo y su amor.
7. Que Dios Padre nos conceda a todos compartir en el 2010 la gracia de la paz y de la esperanza que su Hijo ha traído al mundo. Ubaldo R. Santana Sequera Arzobispo de Maracaibo Presidente
Baltazar E. Porras Cardozo Arzobispo de Mérida 1er. Vicepresidente Roberto Lückert León Arzobispo de Coro 2do. Vicepresidente
Jesús González de Zárate Obispo Auxiliar de Caracas Secretario General Caracas, 3 de Diciembre de 2009 |
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