jueves, 31 de julio de 2008

El papa acepta la reducción al estado laical del presidente electo de Paragüay.


ZS08073008 - 30-07-2008Permalink: http://www.zenit.org/article-28121?l=spanish

El Papa acepta la reducción al estado laical del presidente electo de Paraguay

Fernando Lugo estaba suspendido "a divinis" de su ministerio episcopal

ASUNCIÓN, miércoles, 30 julio 2008 (ZENIT.org).- El nuncio apostólico en Paraguay anunció este miércoles la decisión de Benedicto XVI de conceder la reducción al estado laical al presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, obispo ordenado en la Iglesia católica, que hasta ahora estaba suspendido "a divinis".
"El Santo Padre le concede la pérdida del estado clerical, con todas las obligaciones, como sacerdote y obispo del Verbo Divino", explicó en una rueda de prensa en Asunción el arzobispo Orlando Antonini.
"Se aceptó porque el pueblo lo ha elegido y se ha reconsiderado su petición porque no es compatible su estado clerical con la presidencia de la República", aclaró el nuncio apostólico en el país, quien al final del encuentro leyó un comunicado.
"Habiendo examinado cuidadosamente todas las circunstancias, Su Santidad Benedicto XVI ha concedido para él la pérdida del estado clerical con la consiguiente pérdida de los derechos inherentes al mismo", subrayó el nuncio apostólico que ha estado en el Vaticano en días pasados.
Con un decreto firmado el 20 de enero de 2007 por el prefecto de la Congregación vaticana para los Obispos, el cardenal Giovanni Battista Re, Lugo, de 57 años, fue suspendido "a divinis", por haberse presentado como candidato a la presidencia de la República de Paraguay, algo previsto por el canon 1333 & 1 del Código de Derecho Canónico.
Según esa sanción, el obispo presidente mantenía el estado clerical, aunque no podía ejercer el ministerio.
El obispo solicitó el 18 de diciembre de 2006 la pérdida del estado clerical para presentarse a las elecciones.
Lugo pidió al día siguiente de su elección, 20 de abril de 2008, perdón a la Iglesia católica, y en particular a Benedicto XVI, por el "dolor" que causó su desobediencia a las leyes canónicas, al haberse lanzado a la carrera presidencial.
"El Sumo Pontífice exhorta al señor Fernando Lugo Méndez hacer fiel a la fe católica, en la que fue bautizado y a llevar una vida coherente con el evangelio", concluye el comunicado leído por el nuncio.
Lugo asumirá el cargo de presidente el próximo 15 de agosto.
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Encuentro Provincial de Comunicadores Católicos.

Encuentro Provincial de Comunicadores Católicos.
Dom, 07/27/2008 - 11:15

OCLACC.- El 19 y 20 de julio pasado se llevó a cabo en la Diócesis de Ciudad Guayana, Venezuela, el Primer Encuentro Provincial de Comunicadores Católicos, en el que se abordó el tema del "Magisterio de la Iglesia en los documentos de las Conferencias Latinoamericanas y El Caribe, con énfasis en el Documento de Aparecida.

El encuentro fue dirigido por el P. José Gregorio Salazar, representante de la Conferencia Episcopal de Venezuela. Asistieron comunicadoras y comunicadores de 6 de las 10 Diócesis de las Provincias de Ciudad Bolívar y Cumaná.
Como insumo para la reflexión de los comunicadores católicos se analizó el documento del Concilio Plenario de Venezuela, Nº 14, apartado 10.3, que se refiere al desafío de la Iglesia en Venezuela, en el campo de la pastoral de la comunicación social.
En la ponencia, el P. Salazar resaltó la preocupación central que los obispos latinoamericanos hacen sobre la realidad que vive el hombre de esta época, lo cual se recoge en los documentos conclusivos de las Conferencias Generales del Episcopado de Latinoamérica y el Caribe.
Tomando en cuenta el avance de la tecnología para las comunicaciones y el uso que de ellas estamos llamados a realizar los comunicadores católicos, es posible constatar que estamos dando cumplimiento al llamado de Cristo de : "Id y proclamad a todos la Buena Nueva", señala el P. Salazar.
Así también destacó que la Iglesia emprende una renovación desde el Concilio Vaticano II, y el espíritu misionero se renueva también a partir del Decreto Ad Gentes, que profundiza la reflexión en torno a la Evangelización y conversión, que involucra a los medios de comunicación y la acción de difusión.
En su exposición recordó la preocupación que da la Iglesia latinoamericana a la comunicación, desde la conferencia de Medellín, hasta la reciente de Aparecida, en que se reconoce que "En nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de esos medios". DA 485.
Al término del Encuentro, los participantes asumiendo el desafío de anunciar a Cristo, que es la noticia, así como promover la dignidad de la persona humana, asumiendo una postura valiente para anunciar y denunciar.
Así también se comprometieron a promover una auténtica política comunicacional y promover la "Libertad de Expresión" como derecho humano teniendo presente que se debe trabajar por el bien común, predicar el Evangelio a tiempo y a destiempo; pregonar a Cristo y no doctrinas diferentes: "Cristo, es la luz, que debe alumbrar", y fomentando la unión con otras instituciones.


Fuente: Pbro. José Gregorio Salazar Monroy


Nuevos datos sobre Visita del Papa a Francia. Diario Católico San Cristobal.


Carlos Zapata


Lourdes, (Diario Católico de Venezuela).- Benedicto XVI, "El Papa de la Juventud", ha manifestado su deseo de compartir ampliamente con los jóvenes durante su visita a Francia, la cual se llevará a cabo del 12 al 15 de septiembre de 2008. Por esta razón, la Iglesia Católica en esa nación ha decidido organizar todo un Festival Juvenil que incluye tres vigilias en Lourdes con el Santo Padre. Así lo señaló la Conferencia Episcopal de Francia, a través de un comunicado enviado a la redacción de Diario Católico de Venezuela.


El viernes 12 de septiembre a las 9 de la noche tendrá lugar una Vigilia-Concierto organizada por la Juventud de Emmanuel (Sala de Padre Pío, Ciudad Saint-Pierre). Un día después, a las 11 de la noche se realizará la Gran Vigilia de Adoración para los jóvenes, que contará con una catequesis especialmente preparada para el evento por el cardenal Philippe Barbarin, Arzobispo de Lyon.

Tras un tiempo de Adoración Eucarística, continuará la dinámica vigilia que forma parte del Festival, cuyo punto culminante será el domingo 14 de septiembre, a las 9 de la noche, cuando se llevará a cabo una Vigilia-Concierto organizada por la Comunidad de Saint-Jean (Sala de Padre Pío, Ciudad Saint-Pierre).

Amplia movilización en la Explanada de los Inválidos.
Los preparativos para la Misa en la Explanada de los Inválidos, de Francia, programada para el 13 de septiembre, incluye el arreglo de diversos escenarios. Según señala la sala de prensa del Episcopado Francés, Jean-Marie Duthilleul y Benoît Ferré son los arquitectos encargados de los arreglos principales. Ambos son especialistas en la materia, y cuentan con amplia experiencia en la organización de tarimas multitudinarias, como las elaboradas para la presentación de coros en catedrales de París y Estrasburgo.

Entrevista al Señor Doctor Fernándo Casanova- EWTN.



Entrevista exclusiva: en su paso por Caracas, antes de Retornar a su País.


El Dr. Fernándo Casanova, nacío en una familia evangélica y por gracia del Espíritu Santo descubrió a la Iglesia Católica a pesar de si mismo y ahora sorprendido por la verdad, defiende con entusiasmo la doctrina y moral católicas. Estuvo de visita aquí en Venezuela, en la Diócesis de Trujillo, en compañía de la Renovación Carismática Católica y el Excmo. Monseñor Vicente Hernández: con una asistencia al encuentro de 6 mil personas que se dieron cita a esta magno evento, para escuchar los testimonios, del Dr. Casanova.

La entrevista fue sólo para conocer su vida y el trabajo Ecuménico que ahora como converso a la Fe Católica viene realizando. Les remito a su pagina Web y a EWTN.
Les mando las informaciones cortas por la cantidad de peticiones para colocar en el Blog, pero estaba terminando un curso Virtual de Radio con la Universidad Pontifia de Roma. Me estoy poninedo al Día. Saludos a todos.......

miércoles, 23 de julio de 2008

Intento de Robo de la Reliquia de La Coromoto. Del Santuario Nacional.



NOTA DE PRENSA



Intento de Robo “Custodia y Reliquia de la Virgen de Coromoto”

Caracas, 23 de julio de 2008


La Conferencia Episcopal Venezolana quiere comunicar a toda la ciudadanía la información oficial en cuanto al hecho ocurrido en la tarde de ayer en el Santuario de la Virgen de Coromoto en Guanare, estado Portuguesa.

El suceso que se presentó fue un intento de robo de la Custodia y Reliquia de la Virgen de Coromoto, afectando el nicho donde se encuentra el Relicario.

En este sentido, se invita a todos los católicos, a todos los cristianos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a orar a Dios para construir un camino de paz y poner todas nuestras intenciones a la Santísima Virgen María de Coromoto, Patrona de Venezuela.


Oficina de Prensa.


















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sábado, 19 de julio de 2008

Primer Encuentro Provincial de Comunicadores Católicos

Hoy en Ciudad Guayana se realizó el Primer encuentro de Comunicadores Católicos de las Provincias de Oriente -Ciudad Bolívar y Cumaná-, con la participación de comunicadores católicos de Barcelona, Amazonas, Tucupita, Ciudad Bolívar, y Ciudad Guayana; en total nos dimos cita 17 comunicadores, los cuales disertamos sobre la importancia de los Medios de Comunicación en los documentos de Episcopales Latino-americanos y del Caribe. Concluimos con la reflexión de los desafíos de Nuestro Concilio Plenario Venezolano.

Contamos con Las Ponencias del P. Jose Gregorio Salazar Monroy, quien es subsecretario adjunto de la Conferencia Episcopal Venezolana y Director del Departamento de Pastoral Vocacional a Nivel Nacional. Y quien además es responsable del apoyo de los Medios de Comunicación Católicos de Oriente.


En un clima fraterno de diálogo los participantes socializamos e intercambiamos experiencias. Además se dieron importantes aportes y futuras alianzas entre los comunicadores. Fue una rica experiencia...

martes, 15 de julio de 2008

Mensaje de S. Em. Card. Claudio Hummes



Mis queridos Sacerdotes:
Para el día 4 de agosto, fiesta de San Juan María Vianney, el cura de Ars, os envío de corazón los más calurosos saludos y este mensaje fraterno. La Iglesia hoy sabe que hay una urgencia misionera, no sólo “ad gentes”, sino también en las regiones y ambientes donde desde hace siglos la fe cristiana fue predicada, implantada y las comunidades eclesiales establecidas. Se trata de una misión o evangelización misionera dentro del propio rebaño, que tenga por destinatarios aquellos que nosotros bautizamos pero, por diversas circunstancias, no conseguimos evangelizar suficientemente o perdieron el primer fervor y se alejaron. La cultura post-moderna de la sociedad actual, una cultura relativista, secularizada, agnóstica y laicista, también ejerce una fuerte acción erosiva sobre la fe religiosa de muchos.
La Iglesia es por naturaleza misionera. “El sembrador salió a sembrar” (Mt 13,3), dice Jesús. Salió de casa y no se limitó a echar desde la ventana la semilla. Así, la Iglesia sabe que no puede permanecer en casa y limitarse a acoger y evangelizar a los que la buscan en sus comunidades e iglesias. Es preciso levantarse e ir en búsqueda, allá donde las personas y las familias residen, viven y trabajan. Ir también a todos los servicios, organizaciones, instituciones y ámbitos de la sociedad humana. Para esta misión, todos los miembros de la comunidad eclesial son llamados, pastores, religiosos y laicos.
Por otro lado, la Iglesia reconoce que los presbíteros son la gran fuerza propulsora de la vida cotidiana de las comunidades locales. Cuando los presbíteros se mueven, la Iglesia se mueve. De lo contrario, será muy difícil realizar la misión. Vosotros, queridos hermanos presbíteros, sois la gran riqueza, el dinamismo, la inspiración pastoral y misionera, allá en la base, donde viven en comunidad nuestros bautizados. Sin vuestra determinante decisión de remar mar adentro (“Duc in altum”) para la grande pesca, a la cual el propio Señor os convoca, poco o nada acontecerá en el ámbito de la misión urgente, sea “ad gentes” sea en los territorios de antigua evangelización. Pero, la Iglesia tiene certeza de poder contar con vosotros, porque sabe y reconoce explícitamente que la inmensa mayoría de nuestros sacerdotes, no obstante las flaquezas y limitaciones humanas, que todos tenemos, son sacerdotes dignos, que donan cada día su vida al Reino de Dios, que aman a Jesucristo y el pueblo que les fue confiado, sacerdotes que se santifican en el ejercicio diario de su ministerio, que perseveran hasta el fin en la mies del Señor. Hay, sí, una pequeña parte de sacerdotes, que se desvió, a veces muy gravemente. La Iglesia quiere reparar el mal por ellos realizado. Pero, por otro lado, se alegra y se enorgullece de la inmensa mayoría de sus presbíteros, que son buenos y sumamente loables.
En este Año Paulino y en la expectativa del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, que se realizará en Roma, en octubre próximo, queremos todos disponernos para la urgente misión. Que el Espíritu Santo nos ilumine, nos envíe, nos impulse para que andemos y anunciemos de nuevo a todos la persona de Jesucristo, muerto y resucitado, y su Reino! Os saludo, una vez mas, queridos hermanos, permaneciendo siempre a vuestro servicio. Rezo por todos vosotros, en especial por los que están sufriendo, por los enfermos y ancianos.

Vaticano, 15 de julio de 2008.

Cardenal Claudio Hummes
Arzobispo Emerito de San Pablo
Prefecto de la Congregación para el Clero

lunes, 14 de julio de 2008

A los cuarenta años de Medellín. Mensaje.



Los cuarenta años de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Medellín

Mensaje de la Conferencia Episcopal Venezolana


Introducción

1. Del 26 de agosto hasta el 7 de septiembre de 1968 tuvo lugar en la ciudad de Medellín (Colombia) la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Días antes, el 24 de agosto, Pablo VI, primer Papa que visitaba América Latina, desde la Catedral de Santafé de Bogotá, en el marco de la celebración del 39º Congreso Eucarístico Internacional, dirigió un saludo anticipado a las delegaciones de obispos presentes para la magna asamblea. En este año 2008 se cumplen, pues, cuarenta años de este acontecimiento tan significativo para la vida de la Iglesia en nuestra región. Por eso los Arzobispos y Obispos de Venezuela, en unión con los demás miembros del pueblo de Dios, al recordar estas importantes efemérides, se unen al gozo que experimenta la Iglesia en América Latina, que camina, impulsada por el Espíritu, en la fe en Jesucristo, como signo e instrumento de salvación para los habitantes de este “continente de la esperanza”.

A la luz del Concilio Vaticano II y de la realidad latinoamericana

2. La decisión de celebrar una II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano se fraguó al calor del Concilio Vaticano II. En las postrimerías del Concilio, en 1965, tuvieron lugar en Roma encuentros entre los obispos latinoamericanos para acordar y pedir al Papa la celebración de dicha conferencia, que permitiera la adaptación del Concilio a la realidad de nuestra Iglesia en América Latina. Así, pues, Medellín nació, se preparó y realizó como fruto de una coincidencia histórica de dos hechos significativos: Primero, el impacto histórico, renovador, del Concilio Vaticano II que acababa de clausurarse el 7 de diciembre de 1965; segundo, los comienzos del Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, que había sido creado en 1955 en Río de Janeiro (Brasil), en el marco de la primera Conferencia General y que ayudó a moldear, incluso antes del Vaticano II, la fisonomía de una identidad eclesial latinoamericana como misterio de comunión al servicio del pueblo de Dios. Estos dos hechos constituyeron el fértil terreno que hizo madurar el fruto de Medellín.

3. Es preciso recordar que el Concilio fue el principio inspirador e iluminador de esta Conferencia, con miras sobre todo a su aplicación en nuestro continente; el enunciado del tema, acogido después como título de los documentos resultantes, lo expresa claramente: La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio Vaticano II. La fuerza y la novedad la suministraba, en amplia medida, el Concilio, especialmente a través de la Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual, Gaudium et spes, de la Constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, así como los otros documentos del mismo Concilio. Y, con la creación del CELAM, aunque todavía se encontrara en una etapa inicial, se contaba ya con una caja de resonancia y un motor al servicio de pueblos unidos por la Iglesia, con la viva conciencia de su responsabilidad histórica en el anuncio profético del Evangelio.

4. Un tercer elemento, no menos importante, que va a determinar la convocatoria, preparación, desarrollo y conclusiones de la II Conferencia lo constituye la situación social, política y económica de los pueblos de América Latina en ese entonces. La miseria y la marginación de grandes masas se consideraba fruto de las injusticias y desigualdades, y producía serios interrogantes a la acción pastoral de la Iglesia y demandaba respuestas decisivas. Muchos de los gobiernos del continente eran dictaduras o sistemas autoritarios, y cundía el militarismo. A la par que varias naciones sufrían el impacto y el desgaste de guerrillas de signo ideológico marxista, alentados por la experiencia de la revolución cubana. Por otra parte, en el seno mismo de la Iglesia, particularmente en América Latina, había sido considerable el impacto de la encíclica del Papa Pablo VI, Populorum progressio, de tanta apertura social, que condenaba severamente tanto al marxismo como al capitalismo y sus concepciones acerca del hombre y del desarrollo, y que propugnaba el concepto de desarrollo integral, fundado en una concepción del hombre basada en una antropología coherente y con mucha solidez teórica y doctrinal, muy diversa de la pobreza conceptual que deriva de las ideologías; esto daba consistencia a la doctrina social de la Iglesia que tanta relevancia había adquirido en esos años.

Preparación y desarrollo

5. Una vez convocada por el Papa la II Conferencia, la directiva del CELAM se dedicó a la preparación de la asamblea con la colaboración activa de un equipo multidisciplinar. Se elaboró un documento base. Éste fue enviado a todas las Conferencias Episcopales para recoger sus reacciones, que fueron muy variadas, y posteriormente se hizo una nueva redacción. En dicho documento, tras la introducción general, se presentaba la realidad latinoamericana en sus diversas facetas, complementada por anexos de corte estadístico que sustentaban la visión; se esbozaba luego una reflexión teológica en la que aparecían ya grandes temas abordados posteriormente en la Conferencia (Reino de Dios como horizonte último, la liberación en su comprensión amplia y teológica) y se apuntaban las líneas pastorales que serían enriquecidas en Medellín mismo.

6. Finalmente, durante casi dos semanas, los obispos asistentes a la asamblea deliberaron con la ayuda de expertos. La metodología seguida en Medellín fue de gran importancia. Se abría un nuevo esquema mental basado en el -al mismo tiempo clásico- ver, juzgar y actuar. Se comenzó con la reflexión sobre los signos de los tiempos en América Latina, para pasar enseguida a una lectura teológica de los mismos y a sus consecuencias pastorales: la Iglesia que mira hacia el mundo, la Iglesia en su misión evangelizadora y la Iglesia en su propias estructuras. Para la discusión se presentaron siete ponencias. Al final se aprobaron dieciséis documentos agrupados en tres áreas: la promoción humana (justicia, paz, familia y demografía, educación, juventud), la evangelización y el crecimiento en la fe (pastoral de las masas, pastoral de élites, catequesis, liturgia) y la Iglesia visible y sus estructuras (laicos, sacerdotes, religiosos, formación del clero, pobreza de la Iglesia, pastoral de conjunto, colegialidad, medios de comunicación social).

Ideas fundamentales de Medellín

7. Las ideas fundamentales que durante la preparación, discusión y en las conclusiones, aparecen como características de Medellín, son las siguientes:

· La vocación del hombre a su desarrollo integral: Cada hombre es portador de una “semilla divina” que ha sido plantada en él desde el comienzo. Debe desarrollarla hasta la plenitud final en el encuentro definitivo con el Señor de la gloria. Esto exige del creyente una fidelidad personal a la llamada divina. Pero exige también la creación de ciertas condiciones de vida –sociales, económicas y políticas- que hagan posible al hombre su desarrollo integral, participando activamente en los bienes de la civilización y de la cultura, pasando de condiciones menos humanas a condiciones más humanas. En Medellín la Iglesia latinoamericana centró su atención en el hombre de un continente, que vive un momento decisivo de su proceso histórico, lleno de opresiones, injusticias y marginación. La Iglesia ha buscado comprender este momento histórico a la luz de la palabra, que es Cristo, en quien se manifiesta el misterio del hombre.

· La idea de una salvación integral que abarca la totalidad del hombre y del mundo: Esta salvación –que la Iglesia ofrece como signo e instrumento- exige la liberación total del hombre de la servidumbre del pecado y sus consecuencias (ignorancia, opresión, miseria, hambre y muerte) y la incorporación de la vida nueva por la gracia, principio y germen de eternidad. La Iglesia en América Latina mira al hombre concreto, pequeño y frágil, pobre y oprimido, pero rico en posibilidades y esperanzas, y le entrega la totalidad vital del mensaje de salvación: le anuncia el evangelio del Reino, lo congrega en la unidad de la Eucaristía, lo hace partícipe de los frutos del Espíritu.

· La Iglesia se manifiesta como sacramento de unidad y al servicio del pueblo de Dios: Ella expresa y realiza en el tiempo la comunión del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Lleva a los hombres a la unión íntima con Dios por la Palabra y el Sacramento. Asume las aspiraciones de los hombres a la unidad y los congrega en el único Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. Para hacer esto una realidad más tangible se requiere de una profunda renovación de las estructuras eclesiales. En esta línea, Medellín propone asumir las comunidades cristianas de base como “el primero y fundamental núcleo eclesial”, que permita el trato personalizado y fraterno de sus miembros, y exhorta a una renovación de la pastoral que abarque las estructuras diocesanas, la parroquia y demás instancias eclesiales a partir de una visión de conjunto y de una planificación, que incida en la praxis y eficacia de la acción evangelizadora de la Iglesia.

Herencia y vigencia de Medellín

8. La II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano constituye un hito fundamental en la historia y en la pastoral de la Iglesia en nuestra región. Los obispos se propusieron encaminar a la Iglesia hacia la búsqueda de una nueva y más intensa presencia en la actual transformación de América Latina, a la luz del Concilio Vaticano II. De allí surgió un compromiso de renovación profunda y la necesidad de una mayor presencia y diálogo con el mundo. A la luz del Evangelio, del Concilio Vaticano II y del magisterio pontificio, la Iglesia escrutó e interpretó “los signos de los tiempos” en América Latina. Asumió así su misión salvadora en orden a la promoción integral del hombre latinoamericano. Analizó sus formas de evangelización y decidió revisar sus estructuras visibles y promover una pastoral coordinada.

9. Medellín dio impulso al concepto y la vivencia de la colegialidad episcopal en América Latina, comenzada trece años antes en Río de Janeiro. En este sentido, la Iglesia latinoamericana, digna heredera del espíritu del Concilio Plenario de Roma, realizado en las postrimerías del siglo XIX, fue pionera en la recuperación de esta dimensión teológica del episcopado, puesta de manifiesto expresamente en la Constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II. Las siguientes Conferencias (Puebla 1979, Santo Domingo 1993 y Aparecida 2007) continuarán las sendas de renovación pastoral de la Iglesia latinoamericana y su compromiso con la promoción integral del hombre trazadas en la II Conferencia. Medellín hizo posible que la Iglesia en América Latina tuviera un mayor reconocimiento, particularmente desde Europa, en cuanto a su propia identidad.

10. Medellín llamó la atención sobre la pobreza injusta como uno de los hechos más resaltantes de la realidad latinoamericana: “Muchos tienen poco y pocos tienen mucho” (Papa Pablo VI). Hizo una lectura teológica de esta realidad y afirmó que la miseria es una injusticia que clama al cielo, por lo tanto, es pecado, y la liberación de la pobreza es salvación. La lucha contra la injusticia social por parte de los cristianos pertenece a la esencia de la fe. La indiferencia y la explotación son, por el contrario, incompatibles con la fe en Jesucristo. Medellín puso las bases de la opción preferencial por los pobres, realizada por la Iglesia latinoamericana en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Puebla (1979) y significó un estímulo a la llamada “teología de la liberación”. Se dio así inicio a un proceso renovador que produjo grandes tensiones al interior de la Iglesia en América Latina, no exento de interpretaciones ideológicas y radicales, de retrocesos y repliegues, y también de necesarias clarificaciones por parte del magisterio, pero, al mismo tiempo, con frutos bastantes positivos en el campo de la acción social y del compromiso de los cristianos con la transformación y la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

11. Aunque destaca la importancia del ministerio ordenado (obispos, presbíteros, diáconos) como servicio indispensable en la Iglesia y la del laicado organizado, Medellín propuso constituir a la ‘comunidad de base’ en la célula fundamental de la Iglesia, con ello pretendió fomentar la participación amplia de los fieles en la tarea evangelizadora de la Iglesia y en la promoción humana, en un ambiente de acogida fraterna, con un mayor sentido de pertenencia e identidad como miembros del pueblo de Dios, con pastores (obispos y sacerdotes) más cercanos. En este sentido las estructuras eclesiales (diócesis, parroquias) y los movimientos y grupos apostólicos, en el marco de una pastoral planificada y coordinada (pastoral de conjunto), debían ordenarse a la creación y sostenimiento de las comunidades de base. Y aunque los logros alcanzados están muy lejos de lo deseado, ciertamente esta decisión de Medellín produjo un vuelco total en el estilo de la pastoral tradicional. Después de cuarenta años, las comunidades de base y la pastoral de conjunto continúan siendo uno de los mayores retos que se presentan a la misión pastoral de nuestras iglesias en América Latina.

12. Medellín produjo una gran renovación en el ámbito de la educación católica en América Latina, en su concepción y praxis, al afirmar que la educación es el medio clave para liberar a los pueblos de toda servidumbre; introdujo el concepto de ‘educación liberadora’, que convierte al educando en sujeto de su propio desarrollo; de aquí surgió un mayor compromiso de la Iglesia y de los educadores católicos con la educación de los más pobres. Con referencia a la juventud, al constatar que los jóvenes son mayoría en el continente latinoamericano, y constituyen una fuerza renovadora y llena de esperanza para el mundo y para la Iglesia, Medellín insta a una profunda transformación de la pastoral juvenil, que ciertamente se produjo y preparó el camino a la opción preferencial de Puebla por los jóvenes, que tantos frutos ha dado en este ámbito. Y, en cuanto a la catequesis, Medellín consideró necesaria una profunda renovación de la catequesis, a fin de educar eficazmente la fe de los niños, de los jóvenes y de los adultos, en todos los ambientes; con su afirmación de su ‘carácter dinámico evolutivo’ estimuló la concepción de la catequesis como un proceso progresivo que implica etapas y en el que debe participar -junto al catequista- la familia y la comunidad; esta visión, ciertamente, aportó cambios positivos que sentaron bases sólidas que prepararon el camino emprendido en la actualidad.

Medellín y Venezuela

13. En Venezuela, la acogida de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano fue desigual. En algunos sectores se hizo una interpretación radical de los documentos. Hubo tensiones. Esto impidió en parte percibir el esfuerzo de aquellos que, desde la fe, intentaban llevar a la práctica las conclusiones de los obispos latinoamericanos. Sin embargo, en algunas áreas pastorales se realizó, con relativo éxito, un gran esfuerzo de renovación, especialmente en la catequesis, la educación, la pastoral social y la pastoral juvenil.

14. La conmemoración de los cuarenta años de la Conferencia de Medellín encuentra a nuestra Iglesia en Venezuela actualmente empeñada en la tarea de aplicar las orientaciones y normas del Concilio Plenario, reafirmando así “la voluntad de la Iglesia de construir el Reino de Dios en Venezuela, fomentando el compromiso de renovación espiritual, personal y comunitaria, siguiendo la dinámica de la Nueva Evangelización, alentando la proclamación profética del Evangelio y ofreciendo nuestro aporte eclesial a la gestación de una nueva sociedad” (Mensaje final, n. 5). Es otro el contexto, otras las circunstancias, pero es el mismo ímpetu, los mismos anhelos, similares objetivos y retos. Así, pues, Medellín marcó el sendero, continuado en Puebla, Santo Domingo y Aparecida; su inspiración sigue vigente, al igual que sus contenidos y sus desafíos. Por eso, para celebrar este aniversario sería importante que las diversas instancias eclesiales realizaran actividades que permitieran conocer y estudiar los documentos de Medellín.

Invocación final

15. El Espíritu Santo, que animó el trabajo de la asamblea de obispos latinoamericanos en Medellín, inspire nuestra acción pastoral en el aquí y ahora de América Latina, y particularmente de Venezuela. Y que Nuestra Señora de Guadalupe, patrona del continente, nos ayude con su intercesión a ser auténticos discípulos del Señor y entusiastas misioneros de su Evangelio.


Caracas, 12 de julio de 2008.

Con nuestro afecto y bendición:

Los Arzobispos y Obispos de Venezuela

sábado, 12 de julio de 2008

Documento de espiritualidad "Renovemos la Mente y el Corazón"


Entre los aportes valiosos de esta asamblea 90, fue su documento de Espiritualidad...

Documento de Espiritualidad "Renovemos la Mente y el Corazón"

1- Los obispos de Venezuela nos dirigimos a los hermanos sacerdotes y diáconos, religiosos, religiosas y personas consagradas, a los agentes de pastoral y a todo el pueblo católico para invitarlos a una renovación espiritual que nos convierta, con la gracia del Espíritu Santo, en auténticos discípulos y misioneros de Jesucristo (Cf Aparecida 10).
2- Siguiendo los lineamientos pastorales del Concilio Plenario de Venezuela y de Aparecida, queremos “confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra historia” (Aparecida, 11), para impulsar la vida en Cristo en todos los órdenes de nuestra vida personal, familiar y social, con palabras y obras, en las actuales circunstancias del mundo y de nuestro país.
EL CAMINO ESPIRITUAL DE NUESTRA IGLESIA
3- La fe nos dice que el Espíritu de Dios sigue actuando en nuestra sociedad, marcada por el cambio de época, la globalización, la búsqueda del sentido de la vida y de Dios, moviéndola interiormente hacia el bien y la verdad. Este Espíritu se ha manifestado en nuestra historia en el inmenso trabajo misionero realizado en Venezuela, cuando nuestros padres con escasez de medios y de agentes, pero con gran mística y fuerza espiritual, lograron no sólo propagar y mantener la fe, sino afianzar la comunidad, la familia y las instituciones en la esperanza cristiana (Cf Concilio Plenario de Venezuela (CPV), El laico católico … en Venezuela (LCV), 6-13).
4- Hoy tenemos, fruto de aquella siembra del Evangelio, modelos heroicos de santidad en las beatas madre María de San José y madre Candelaria de San José, y en cristianos ejemplares como el venerable José Gregorio Hernández, y otros muchos hombres y mujeres que viven en plenitud su entrega a Dios y al prójimo. Ellos han centrado su vida en la Palabra de Dios, en la Eucaristía, en la caridad y en el amor filial a la Santísima Virgen María, en la obediencia a los pastores de la Iglesia, dando muestras de una ferviente y auténtica caridad cristiana.
5- Reconocemos que en tiempos recientes nuestras comunidades parroquiales, movimientos laicales y grupos apostólicos, han incrementado sus esfuerzos pastorales orientados hacia el encuentro con Jesucristo, dando frutos de conversión, solidaridad y reconciliación. Se ha incentivado un mejor conocimiento de la Palabra de Dios y un mayor amor por ella. Se ha avanzado en la renovación de la catequesis y en la vivencia de la liturgia, centrada en el misterio pascual de Cristo Salvador, en la Palabra y en la Eucaristía. Se ha fortalecido la unidad en la Iglesia con la puesta en común de la diversidad de carismas, servicios y ministerios. Las manifestaciones de la religiosidad popular, expresión de sentimientos religiosos muy comunes en todos los pueblos de América y en nuestra patria (Cf LCV 14; Proclamación profética … en Venezuela (PPEV), 126), se han ido orientando hacia la piedad Eucarística y mariana.
6- Sin embargo, también percibimos graves fallas morales en el campo de lo social, familiar y económico, que se reflejan de diversas formas y afectan a los hijos de la Iglesia: relativismo ético, tendencia secularizante, disminución de la práctica religiosa y de la recepción de los santos sacramentos, creciente aumento de las sectas, ideologías y nuevas corrientes espiritualistas: new age, espiritismo, tarot, brujería, santería, esoterismo. Además, el clima de violencia que reina en el país afecta la paz moral y espiritual de nuestra sociedad. A pesar de todas estas dificultades, la fe y la arraigada conciencia religiosa de nuestro pueblo mantiene una vitalidad esperanzadora (Cf Aparecida 127-128).
ESPIRITUALIDAD CRISTIANA: VIVIR EN CRISTO
7- Toda la predicación de Jesús está centrada en el Reino de Dios (Cf Lc 12, 32), que se hizo presente en su persona. Recibirlo es acoger a Dios como Padre; es asumir las Bienaventuranzas como los nuevos valores que rigen la existencia del cristiano (Cf Mt 5-7). El Reino de Dios es una nueva manera de vivir y de convivir, el reino de la verdad y de la vida, de la santidad y de la gracia, de la justicia, el amor y la paz (Cf Prefacio de Cristo Rey). Estas características constitutivas del Reino de Dios desafían nuestra Iglesia en la tarea de construirlo en medio de las transformaciones sociales, culturales y religiosas.
8- La espiritualidad cristiana nace del encuentro personal con Jesucristo vivo, que llena de alegría y de esperanza la vida y nos hace sus testigos. Esa fue la experiencia vivida y testimoniada por los Apóstoles: “no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hech 4,20). San Pablo tuvo este encuentro con Cristo y pudo exclamar: “vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí”; “para mí la vida es Cristo” (Gál 2,20). Es un “estilo o forma de vivir según las exigencias cristianas, la cual es la vida en Cristo y en el Espíritu” (Iglesia en América, 20).
9- Jesús nos envía su Espíritu para que escuchemos su mensaje, lo actualicemos y pongamos en práctica. El Espíritu nos capacita para seguirle en fidelidad creadora. Es el Espíritu Santo quien dirige la vida espiritual ya que nos conduce a la comunión con Dios Uno y Trino y llena de gracia y santidad nuestra vida. El Espíritu nos hace descubrir a Jesús como el Señor, nos hace llamar a Dios Padre y nos hace vivir como hermanos.
10- Creer en Cristo es seguirle, es vivir como Él vivió, aceptar su mensaje, asumir sus criterios, abrazar su suerte (Cf PPEV 78; Iglesia en América, 68). No podemos pretender creer en Jesucristo y vivir en la indiferencia, en la permisividad y sin compromiso alguno (…) Jesucristo es camino de conversión, comunión eclesial y de solidaridad con los más débiles (Cf PPEV 76). Ser discípulo de Jesucristo es estar con Él, abrazar su cruz, rechazar el pecado, cumplir los mandamientos de la ley de Dios, vivir las bienaventuranzas y el mandamiento nuevo del amor, perdonar incluso al enemigo; es comprometerse con la causa de la verdad, la paz y la reconciliación.
ESPIRITUALIDAD CRISTIANA: VIVIR EN COMUNION Y MISIÓN
11- La espiritualidad cristiana es comunión con Dios y con los hermanos. La vida espiritual no es espiritualismo, requiere del testimonio y la acción de una Iglesia comunión y participación, en la que ningún miembro se sienta ajeno a la obra evangelizadora. No nos encierra en nosotros mismos, sino que nos convierte en personas generosas y creativas, felices en el servicio evangelizador y comprometidos con los reclamos de la realidad en que vivimos (Cf Aparecida 284- 285). Ser cristianos es sentirse llamados y enviados por Jesús a continuar la misión que Él comenzó: “Como el Padre me ha enviado así los envío yo” (Jn 20,21). Con el Concilio Plenario de Venezuela invitamos a todos a impulsar “la espiritualidad de comunión y misión como principio fundante de la vida de la Iglesia en Venezuela, con miras a construir instancias eclesiales vivas, misioneras, unidas por el amor y el servicio a todas las personas, en especial a los más pobres” (CPV, Instancias de comunión … para la misión (ICM) 148, Desafío 1).
12- Nuestra vocación es la santidad: “sean santos como el Padre celestial es santo” (Mt 5, 48; Cf LCV 64-70). Dios es caridad. La santidad consiste en la vivencia de la caridad de Dios en nosotros, encuentra su fuente en la unión con Cristo y se expresa en la unión con los hermanos. La santidad es signo de la presencia del Reino y se testimonia en la vida cotidiana de las personas, de las familias, del trabajo, del campo político, económico y cultural.
13- Fortalece esta espiritualidad la presencia alentadora de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, a la cual debemos mirar para contemplar en ella lo que es la Iglesia y su misterio (Cf CPV, La comunión en la vida de la Iglesia (CVI), 56). Ella es la “colaboradora en el renacimiento espiritual de los discípulos” (Aparecida 266). Invitamos a los agentes de pastoral a continuar fomentando la auténtica devoción a nuestra amorosa Madre celestial.
ESPIRITUALIDAD CRISTIANA: COMPROMISO ECLESIAL
14- Para llegar al encuentro con Jesucristo Salvador y recorrer el camino pastoral propuesto por el Concilio Plenario y el Documento de Aparecida, invitamos a todos los agentes de la acción pastoral a formarse en la espiritualidad de comunión con Dios y con los hermanos, cultivando en las familias, comunidades y parroquias la vida de oración, el diálogo fraterno, y la participación en la vida de la comunidad.
15- Los sacerdotes han de proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el encuentro con Jesucristo vivo. La escucha y práctica de la palabra de Jesús nos impulsa a seguirlo cargando con la cruz de cada día, renunciando a todo aquello que nos aleja de él y nos hace esclavos del mal (Lc 9,23; Mt 7,13-14). Por esto la importancia de desarrollar una “pastoral bíblica”, entendida como animación bíblica de la pastoral, que sea escuela de interpretación o conocimiento de la Palabra, de comunión con Jesús u oración con la Palabra, y de evangelización inculturada” (Aparecida 248). Como nos enseña el Papa Benedicto XVI: “La lectio divina,… constituye un verdadero y apropiado itinerario espiritual…, nos ayuda a mantener el corazón atento a la presencia de Cristo. La lectura, el estudio y la meditación de la Palabra tienen que desembocar después en una vida de coherente adhesión a Cristo y a su doctrina” (Cf Mensaje a los jóvenes, 9-4-2006).
16- “Nuestras comunidades cristianas tienen que llegar a ser auténticas escuelas de oración” (Juan Pablo II, Novo Millennio Ineunte (NMI) 33c; Cf CPV, La celebración de los misterios de la fe (CMF), 72). A ellas les recomendamos vivamente intensificar el culto eucarístico y el rezo de la liturgia de las horas, en especial los domingos y fiestas, como una forma de orar con la Palabra de Dios y unirse a la oración de toda la Iglesia (Cf CMF 71; 120).
17- Los sacerdotes y los agentes de pastoral animarán al pueblo de Dios para que el domingo sea vivido como día de compartir fraterno, “día especial de la fe, fiesta primordial cristiana y conmemoración semanal de la Pascua e incentivar la participación de los fieles en ella; en particular la del grupo familiar como tal. Comprometer en la tarea de preparar la celebración eucarística dominical al mayor número de agentes de pastoral, sobre todo a los integrantes del equipo de liturgia” (CMF 118).
18- Pedimos a nuestros hermanos sacerdotes, ministros del Sacramento de la Reconciliación, ofrecer con generosidad a los fieles la práctica de este sacramento, fuente única del perdón y de la gracia (Cf Aparecida 354), afrontando de este modo la crisis del pecado; pero sobre todo, mostrando el corazón misericordioso de Cristo (Cf NMI 37; Aparecida 199). “Este sacramento tiene una dimensión personal ineludible que es la conversión como acto interior del hombre, que no puede ser sustituido por los otros. También tiene una dimensión comunitaria. Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de Dios el perdón de los pecados cometidos contra Él y se reconcilian con la Iglesia” (CMF, 69). La dirección espiritual, vinculada con la reconciliación, es un medio eficaz para el crecimiento y maduración del creyente.
19- La práctica penitencial de la Iglesia está orientada al seguimiento de Cristo, exige renuncia y esfuerzo constante (Cf Mt 16, 24). Invitamos a todos los fieles a vivir el espíritu penitencial, especialmente en los tiempos y días de penitencia señalados por la Iglesia a lo largo del año litúrgico, asimismo las prácticas del ayuno y la abstinencia, compartiendo con los pobres nuestro pan (Cf CMF 72), participando activamente en organismos humanitarios, organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y campañas de solidaridad.
20- Además de los espacios de comunión ya exigidos por la ley de la Iglesia, nos comprometemos a promover las comunidades eclesiales, las agrupaciones juveniles, los círculos bíblicos, los grupos de oración y todo aquello que favorezca el crecimiento espiritual y la piedad del Pueblo de Dios en orden a hacer más efectiva la relación con Dios y entre los miembros del mismo pueblo (Cf CVI 43). Esta comunión en el interior de la Iglesia se reflejará en la práctica de un amor activo con cada ser humano, descubriendo el rostro de Cristo en los más pobres (Cf Mt 25, 35-36; NMI 49).
21- Exhortamos que en los planes pastorales diocesanos y parroquiales se favorezca la creación de escuelas de espiritualidad y experiencias de formación permanente, que animen en el pueblo de Dios el desarrollo de una cultura espiritual y de una piedad personal y comunitaria. Los círculos o grupos de oración inspirados en diversas espiritualidades pueden llevar “al seno de los hogares el sentido de Iglesia doméstica que es también orante y contemplativa” (CMF 72). Recomendamos la oración en familia: el rosario, la bendición de los alimentos, la invocación de la presencia del Señor en momentos solemnes de la vida de sus miembros (CF Iglesia en América, 46), la santificación del trabajo y el ofrecimiento diario de las obras y padecimientos al Señor (Cf CMF 121).
22- El crecimiento espiritual del Pueblo de Dios pide que los pastores ofrezcamos a los fieles un mayor conocimiento de las dimensiones interiores y valores innegables de la religiosidad popular, enriqueciéndola con el constante anuncio del Evangelio, a fin de que la fe madure y se haga más fecunda (Cf PPEV 63; Aparecida 262).
CONCLUSION
23- Con la convocatoria a la Misión Continental que nos ha hecho la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe y motivados por nuestro Concilio Plenario, invitamos a toda nuestra Iglesia a dejarnos guiar por el Espíritu Santo en un nuevo Pentecostés, inflamados del nuevo ardor apostólico y misionero que nos pedía el Papa Juan Pablo II, para la renovación espiritual y transformación de nuestra patria. La celebración del Año Paulino y los frutos de la próxima Asamblea del Sínodo de los Obispos en Roma, centrada en la Palabra de Dios, darán mayor impulso a la apasionante tarea de animar y confirmar la fe y la esperanza del pueblo de Dios que desea “un futuro de mayor dignidad, y justicia y ansía los cielos nuevos y la tierra nueva” (Aparecida 536).
24- En este momento de gracia para Venezuela, República consagrada al Santísimo Sacramento, ponemos en manos de Jesucristo a las personas, las instituciones y la nación entera y encomendamos la renovación moral y espiritual de nuestra patria a la intercesión de nuestra madre la Virgen María, que ha acompañado desde sus inicios la fe de nuestro pueblo y ha reafirmado su identidad católica.
Caracas, 11 de julio de 2008
Con nuestra bendición,
Los arzobispos y obispos de Venezuela

EduComunicación



Publicado por RedEDUCOMel 12 Julio 2008 en General. 0 Comentarios


Caracas.- En la casa Ibarra en Montalban, sede de la CEV, se realizó el encuentro de Educomunicación promocionado por el IRFA-Instituto Radiofónico Fe y Alegría. Entre los ponente estuvieron: Nelsy Lizarzo, (secretaria ejecutiva de Aler, Quito-Ecuador), con la ponencia “Educomunicación y su expresión en la educación radiofónica” (ALER); Jorge Acevedo, (Secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Radios, Lima-Perú), con la ponencia: desde las radios ciudadanas y comunitarias, y René Roemersma, con el tema den la plataforma Tecnológica.
En el encuentro participó también el P. José Gregorio Salazar, Subsecretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Venezuela, quien dio a conocer sobre el trabajo que está adelantando la CEV, en materia de comunicación, como: 1.- La Agencia de Noticias 2.- La Asociación de Comunicadores Católicos, 3.- El Directorio Nacional Eclesiástico y la Nueva Plataforma Tecnológica de la Conferencia Episcopal Venezola; una experiencia excelnte por la articulación de todos los Medios Eclesásticos de Venezuela y el Continente…


Fuente:ACVN-agencia católica venezolana de noticias

viernes, 11 de julio de 2008

Monseñor Mariano Parra Sandoval, Obispo de Ciudad Guayana, paraticipará en representación de la CEV; en la Jornada Mundial de la Juventud.


El excelentísimo Monseñor Mariano José Parra Sandoval, participará en la Jornada Mundial de la Juventud, a realizarse en Australia. Va en representación de la Conferencia Episcopal Venezolana.


Benedicto XVI parte este sábado rumbo a Australia para afrontar junto a los participantes en las Jornadas Mundiales de la Juventud el desafío central de su pontificado: la secularización, es decir, una vida concebida como si Dios no existiera.Así se puede constar en el prefacio del Misal que ha preparado la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice en colaboración con el Directorio Litúrgico de la Oficina de las Jornadas Mundiales de la Juventud en Sydney."Mientras la fe cristiana tiene un lugar y una historia de honor en la vida vida de la Australia moderna, paulatinamente la secularización de la sociedad da un impulso cada vez más urgente a la necesidad de que los jóvenes sean testigos de la verdad del Evangelio, fortalecidos por el Espíritu Santo", explica el texto.El lema de las Jornadas de la Juventud es «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos» (Hechos 1, 8).Sydney acogerá la 23º Jornada Mundial de la Juventud del 15 al 20 de julio de este año. Se espera que asistan a la misa de clausura el sábado 20 de Julio hasta 500.000 personas, incluyendo 125.000 jóvenes peregrinos de fuera de Australia, en el hipódromo de Randwick y Centennial Park.El 25 de julio de 2005, en un diálogo de preguntas y respuesta espontáneas con sacerdotes de la diócesis italiana de Aosta, Benedicto XVI reconoció que Australia es uno de los países más secularizados del planeta.


Este encuentro mundial de los Jóvenes, es símbolo de la revalorización de la Iglesia y un nuevo despertar en la juventud.


"Los jóvenes están llamados a dar un vibrante testimonio de Cristo con sus vidas. Como expresa la oración por Sydney, están llamados a edificar "...una nueva civilización de vida, de amor y de verdad"". El Papa, por tanto, en su noveno viaje internacional, afronta la nueva evangelización del país considerado como el más secularizado del planeta con el apoyo de los jóvenes misioneros del siglo XXI.

Comunicado de la Conferencia Epíscopal Venezolana



Comunicado ante la autodenominada "Iglesia Católica Reformada"


1. Los Obispos de Venezuela, reunidos en la 90ª asamblea ordinaria, manifestamos nuestro profundo dolor por el escándalo causado por la actitud de dos sacerdotes, hasta hace poco miembros del clero de la Arquidiócesis de Maracaibo y de la Diócesis de Cabimas que, junto a dos pastores disidentes de la Iglesia Luterana, han fundado una agrupación religiosa a la que han denominado "Iglesia católica reformada", y por la pretendida "ordenación episcopal" de uno de los sacerdotes -del clero de Cabimas-, lo que ha sembrado cierta confusión en el pueblo católico de Venezuela.

2. Compartimos los conceptos emitidos en los comunicados de la Arquidiócesis de Maracaibo y de la Diócesis de Cabimas, en los que se rechaza totalmente la pretensión de los fundadores de la mencionada agrupación de confundir al pueblo de Dios y a la opinión pública, haciendo creer que se trata de una división de la Iglesia Católica; y también asumimos el llamado que en ambos documentos se hace a los fieles católicos a no dejarse engañar por esta agrupación autodenominada "Iglesia católica reformada de Venezuela", y a permanecer unidos a la verdadera Iglesia Católica y a sus legítimos pastores, el Santo Padre Benedicto XVI y a sus obispos, sucesores de los apóstoles.

3. Reiteramos nuestra voluntad de continuar el camino del diálogo ecuménico con las otras confesiones cristianas que existen en Venezuela, con quienes nos une la fe en Jesucristo, Señor y Salvador, en el respeto de las diferencias y en la continua búsqueda de la unidad deseada.

4. Exhortamos a los fieles católicos a orar incesantemente a Dios Padre, invocando la intercesión de María de Coromoto, patrona de Venezuela, para que la Iglesia animada por el Espíritu, crezca y se fortalezca en su fe en Jesucristo, bajo la guía de sus legítimos pastores.

Caracas, 11 de julio de 2008.

Los Arzobispos y Obispos de Venezuela

jueves, 10 de julio de 2008

Datos Biográficos de Monseñor Tomás Jesús Zárraga


DATOS BIOGRÁFICOS

Monseñor Tomás Jesús Zárraga Colmenares nació en Azaro, caserío vecino de la población de Pueblo Nuevo de Paraguaná, Estado Falcón, el día 22 de septiembre de 1957. Son sus padres Daniel Zárraga Calatayud (difunto) y Fernanda Ramona Colmenares de Zárraga. Proviene de un hogar humilde y de profundas raíces católicas. Es el menor de seis hermanos, de los cuales el segundo también es sacerdote, Monseñor José Bonifacio (Cheo) Zárraga; mientras sus demás hermanos están incorporados a la labor evangelizadora de la Iglesia.
Realiza sus estudios primarios en Punto Fijo, en las Escuelas Ladislao Andara, Mene grande y Esteban Smith Monzón. La secundaria la cursa en la Escuela Comercio y la Técnica Industrial de Punto Fijo, obteniendo el título de Bachiller en Ciencias. En el año 1975 inicia sus estudios de medicina en la Universidad del Zulia (LUZ), dejando la carrera en el quinto semestre para atender al llamado del Señor a ser Sacerdote. Ingresa al Seminario Mayor San José de El Hatillo en el año 1978, siendo enviado por el entonces Obispo de Coro, Monseñor Francisco José Iturriza Guillén con la ayuda espiritual del Pbro. Julio Urrego Montoya, entonces Párroco de Santo Cristo de Las Piedras. Cursa sus estudios de filosofía y teología en el Instituto Universitario Seminario Santa Rosa de Lima en Caracas, obteniendo el título eclesiástico de Bachiller en Teología, con reconocimiento de licenciatura civil. En el período de formación sacerdotal colabora activamente con la pastoral juvenil, misionera y vocacional de la Arquidiócesis de Caracas y la Diócesis de Coro; y en el último año de estudios obtiene el segundo premio Trípode como coautor del libro Juventud, Cristianismo, Nueva Civilización.
Es ordenado presbítero a los 28 años de edad en el Gimnasio Cubierto Carlos Sánchez de Coro el 14 de septiembre de 1985, día de la Exaltación de la Santa Cruz, por Mons. Ovidio Pérez Morales, entonces Obispo de Coro. Su Ministerio lo comienza a ejercer en las Parroquias Ntra. Sra. de la Candelaria y Corazón de Jesús de Puerto Cumarebo. Siendo el más joven de la Diócesis sucedió a los sacerdotes más antiguos, Monseñores Víctor Lino Vásquez y Tomás Riera Lugo, ambos de feliz memoria. En 1988 es transferido a Coro como Rector del Seminario San Ignacio de Antioquia y del Seminario Menor San José. Al mismo tiempo se desempeña como primer Director de Radio Guadalupana y Capellán de la Universidad Francisco de Miranda, atendiendo a la comunidad de San Nicolás de Bari, Iglesia filial de la Catedral de Santa Ana de Coro. A su vez, toma la responsabilidad como Presidente de Lumen 2000 Venezuela y Secretario de la Organización de Seminarios de Venezuela (OSVEN). En estos años es profesor del Instituto Internacional de Teología a Distancia, extensión Coro, y en el Instituto Fray Agustín de Quevedo. En 1992 es nombrado Vicario General de la Diócesis de Coro y Moderador de la Curia Diocesana, cargo que ejerce por breve tiempo, debido al traslado de Monseñor Ovidio Pérez Morales como Arzobispo de Maracaibo. En 1993 es nombrado Párroco de “San Luis de Cariagua” en la Sierra Falconiana por Monseñor Roberto Lückert León, quien un año después lo envía a Roma para cursar estudios de Derecho Canónico en la Pontifica Universidad de la Santa Cruz, obteniendo en 1999 el doctorado Summa cum laude con la tesis Fundamentación jurídica del dolo en el derecho matrimonial canónico, publicada por la Universidad de Navarra (España) y dedicada a su Obispo Emérito, Monseñor Iturriza. Ese mismo año regresa ya incardinado en la recién creada Diócesis de Punto Fijo, siendo designado por el primer Obispo, Monseñor Juan María Leonardi, Párroco de Ntra. Sra. de Guadalupe en la Comunidad Cardón, ejerciendo al mismo tiempo la Asesoría de los Secretariados Diocesanos de Comunicación Social, Pastoral Social-Cáritas y Pastoral Familiar. Se desempeña nuevamente como Profesor en el Instituto Fray Agustín de Quevedo y en la formación teológica de laicos. Es Asesor Espiritual del Centro de Inducción Hogares Crea, Alcohólicos Anónimos y de Encuentro de Matrimonios con Cristo. Promueve la atención de los niños más necesitados, particularmente de los damnificados de Vargas y habitantes del Sector Tiguadare en el Relleno Sanitario de Punto Fijo. En su Parroquia implementa los proyectos de renovación pastoral diocesano y de itinerarios catequísticos.
El 27 de diciembre de 2002, día de San Juan Evangelista, el Santo Padre Juan Pablo II acepta la renuncia por edad de Monseñor Antonio Arellano Durán, hasta entonces Obispo de la Diócesis de San Carlos, Edo. Cojedes, y al mismo tiempo nombra III Obispo de esa Diócesis a Monseñor Tomás Jesús Zárraga Colmenares, a la edad de 45 años.
Monseñor Zárraga es el primer Obispo Paraguanero y el tercero nacido en tierras falconianas después de 136 años, ya que el primero fue Monseñor Mariano Talavera y Garcés (nombrado en 1828) y el segundo Monseñor Víctor José Diez (nombrado en 1867).

Llegó el gran día

Una alegría indescriptible se dibujó en los rostros de quienes el sábado 15 de marzo asistieron al Gimnasio Cubierto Fenelón de Díaz en Punto Fijo Estado Falcón, para acompañar al Padre Jesús en su ordenación como Monseñor a cargo de Su Eminencia el Cardenal Ignacio Velazco.
Al iniciar la ceremonia de ordenación, Su Eminencia el Cardenal Ignacio Velazco felicitó a la familia especialmente a la madre de Monseñor Zárraga, al recordar que las vocaciones sacerdotales nacen en la familia y de una madre cristiana, al mismo tiempo felicitó la presencia del pueblo de Cojedes quienes obviaron las horas de camino para vivir este momento de fiesta ,en que por pura generosidad de la Gracia de Dios ha puesto frente a la iglesia de San Carlos al siervo de Dios, el Presbítero Tomás Jesús Zárraga Colmenares.
Sin dudas que el acto de ordenación fue una celebración hermosa, se congregaron además de Su Eminencia el Cardenal Velasco, Monseñor Andre Dupuy Nuncio Apostólico, Monseñor Juan María Leonardi y Monseñor Ovidio Pérez Morales, Obispo Punto Fijo y Los Teques respectivamente, 57 sacerdotes, 14 Obispos, religiosas, movimientos de apostolados de la Diócesis de Punto Fijo, y autoridades gubernamentales de Falcón y Cojedes.

La Ordenación...

En la postulación de ordenación ante el Cardenal Velasco asistieron a Monseñor Zárraga el Padre Benjamín Romero y el Pbro. Víctor Parada quien leyó la petición que expresaba: “Reverendísimo padre la Santa Iglesia pide que agrupes en la orden de los obispos al Presbítero Tomás Jesús Zárraga Colmenares”, a lo cual el Cardenal preguntó si tenia el mandato apostólico y de ser así leerlo.
El mandato apostólico firmado por Su Santidad Juan Pablo II, el 27 de diciembre de 2002 año del Señor y 25 de su pontificado, indicaba que es necesario a la sede diocesana de San Carlos en Venezuela vista la renuncia de Monseñor Antonio Arellano Durán, designar un Obispo, para lo cual se asciende al Presbítero Tomás Jesús Zárraga concediéndole los derechos e imprimiéndole las obligaciones inherentes.
Una vez leído el mandato apostólico Monseñor Zárraga, hizo la profesión de fe ante el Excelentísimo Nuncio apostólico colocando sus manos sobre la Sagrada Biblia.
Misión pastoral....
El Cardenal expresó que con sumo gozo ha venido a esta ciudad falconiana, para conferir por la imposición de sus manos la sucesión apostólica a uno de los hijos de la joven diócesis de Punto Fijo quien ha sido exaltado al episcopado que ennoblece al presbiterio y al pueblo.
Dirigiéndose a Monseñor Zárraga expresó – “con tu consagración episcopal nos colocamos en el centro del misterio trinitario ya que en el Padre encontramos el libérrimo y misterioso designio de sabiduría y bondad que eleva a los hombres de la participación de la vida cristiana, y en el vivo descubrimos la elección amorosa de aquel que nos predestinó a ser sus hijos.
Una dimensión fundamental de la misión pastoral, es el servicio a la unidad, cada Obispo es el principio, fundamento y unidad visible en su Iglesia particular, así ante las múltiples y ocasionales divisiones entre los hombres se debe prestar este servicio con audacia y perseverancia.
Es necesario contemplar en la fe el don que ahora te va a entregar el señor al revestirte de la plenitud del sacerdocio, tienes la responsabilidad de anunciar, el evangelio y la misión de enseñar el dogma y la moral en la porción del pueblo que se te confía augurándole un pontificado fructífero.”
Una antigua disposición de los santos padres establece que quien ha sido elegido para el Orden Episcopal sea previamente examinado ante el pueblo sobre su fe y sobre sus ministerios.
A Monseñor Tomás Jesús Zárraga, se le examinó sobre su fe, manifestó su voluntad de ejercer su misterio según los deseos de Cristo y la Iglesia en comunión con el orden de los Obispos por autoridad del Papa, seguidamente se postró en tierra, en actitud de abandono en la gracia de Dios y reconocimiento de su nada, mientras se cantaban las letanías de los Santos

Don del Espíritu Santo.

Con la imposición de manos por parte del Cardenal Ignacio Velasco y los obispos y la plegaria de ordenación se le confiere al elegido el don del Espíritu Santo, para su función episcopal, el libro de los evangelios se le impuso abierto sobre la cabeza hasta que el Cardenal leyó la plegaria.
Invocando a Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Padre de la Misericordia, su Eminencia el Cardenal pidió que infundiera sobre Monseñor Zárraga la fuerza, el Espíritu que dio a su Amado hijo Jesucristo y que a la vez comunicó a los apóstoles quienes establecieron la Iglesia como santuario en cada lugar apara Gloria y alabanza incesante de su nombre y que le concediera la gracia de ser un buen pastor en la grey asignada sin tacha, sirviéndole de día y de noche.
Que por la mansedumbre y la pureza de corazón, por medio de Jesucristo, por quien recibe la Gloria, el poder, el honor con el espíritu en la Santa Iglesia ahora y por los siglos de los siglos.
La liturgia de ordenación terminó con la unción del bálsamo, la entrega de las insignias episcopales el anillo, la mitra, el pectoral y el báculo al tercer obispo de San Carlos Monseñor Tomás Jesús Zárraga Colmenares, quien tomó posesión de la Diócesis el sábado 29 de marzo a las 11 de la mañana en la Catedral de la capital cojedeña.

Ahora Monseñor Zárraga pasa a ser el Asesor nacional de la Renovación Carismática...


Exhortación Pastoral Unidos en la Justicia

Exhortación Pastoral"UNIDOS EN LA JUSTICIA Y LA RECTITUD"(cf. Oseas, 2, 21)

Introducción1. Los obispos de Venezuela, fieles a la misión recibida de Cristo, en comunión con los sacerdotes, religiosos, religiosas y todo nuestro pueblo, deseamos exponer algunas inquietudes y propuestas sobre la realidad nacional en este momento histórico. Se trata del grave deber pastoral de ofrecer una orientación ética y moral para el discernimiento y la actuación de los fieles. Proponemos estas reflexiones ejerciendo el derecho a expresarnos, sin pretender imponer a otros sectores nuestro modo de considerar y analizar la realidad.2. "Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia" (Jn 10, 10). Esta expresión del Señor nos interpela ante la grave situación que amenaza la vida de los venezolanos, producto del desprecio a la verdad, de la injusticia, la corrupción, la impunidad, de la inseguridad generalizada, que se manifiesta en el irrespeto a la vida desde sus comienzos; el influjo perverso del tráfico y consumo de estupefacientes; el relajamiento de las costumbres, hasta llegar a la corrupción de los niños, adolescentes y jóvenes en sitios de esparcimiento y planteles educativos; la trata de seres humanos, con fines de prostitución y de explotación. Esta realidad hunde sus raíces en una profunda crisis moral, generadora de dolor y temor, a la cual la Iglesia desea responder con la persona misma de Jesús, que viene a sanar la debilidad del corazón humano, y lo abre a la esperanza, poniendo en él, por medio de su Espíritu, el deseo de vivir según la Ley del amor. Una realidad oscurecida por la violencia3. Actualmente uno de los problemas más graves que sufre el venezolano es el de la inseguridad física, jurídica y económica. Dentro de este contexto, la vida humana no es protegida ni respetada. Hay una violencia desatada y sin control, generada por la delincuencia y la impunidad. Son miles las familias que sufren hoy la desaparición de seres queridos. Esto debilita la esperanza de un pueblo que históricamente se ha caracterizado por su actitud respetuosa de la vida de las personas. 4. Hace siete años los obispos expresábamos con preocupación que "la población está viviendo con angustia un considerable aumento de la delincuencia que se hace cada vez más violento y siega con saña miles de vidas inocentes cada año" (Exh. Past. "He venido para que tengan vida", 12-7-2001); hoy nos encontramos en peores condiciones, sin vislumbrar soluciones a corto o mediano plazo, ante la carencia de políticas públicas efectivas de seguridad ciudadana que garanticen la paz social y el derecho a la vida de las personas. A ello se ha sumado de forma alarmante el secuestro y retención indebida de personas, sobre todo en las zonas fronterizas. 5. Por tanto, hacemos un nuevo llamado a quienes tienen la responsabilidad de la seguridad ciudadana para que asuman con decisión la urgencia de resolver la problemática de la inseguridad, que ha pasado a ser la mayor preocupación del pueblo venezolano. Exigimos al gobierno nacional todos los esfuerzos posibles para lograr la liberación de las personas que se encuentran actualmente secuestradas. Debe librarse una lucha frontal contra el delito del secuestro. Sin duda, todo lo que contribuya a devolver a una persona secuestrada a su familia y a su vida ordinaria, dejando atrás días, meses o años de forzada e injusta reclusión, ha de ser saludado como un hecho positivo. Los esfuerzos por erradicar el funesto tráfico de seres humanos deben ser realizados a todo nivel y en todo sentido. De la misma manera nos dirigimos a aquellos que por distintas circunstancias han optado por la violencia para que conviertan su corazón al amor y depongan cualquier actitud que lesione la paz y la dignidad de las personas. Hay que decir un no a la muerte y la violencia, y un sí a la vida y a la paz.6. Todos los cristianos, como discípulos misioneros del Resucitado, hemos de promover la cultura de la vida y generar actitudes y comportamientos que hagan posible la civilización del amor en el encuentro fraterno y respetuoso entre todos. De esta manera daremos testimonio del amor que Dios nos tiene, ya que "hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte" (1 Jn 3. 14). Esta enseñanza de la Escritura nos muestra que "la vida sólo se desarrolla plenamente en la comunión fraterna y justa" (Documento de Aparecida, 359). Derecho a la educación.7. La Educación es un derecho de todas las personas. Una educación de calidad es fundamental para el desarrollo sostenido de un país. Mucho se ha avanzado en las oportunidades educativas para todos. La Iglesia, con su extensa red de planteles, la mayor parte de los cuales está al servicio de las clases populares, ha contribuido al desarrollo del país mediante una educación de calidad. 8. Nuestro pueblo siempre ha tenido en alta estima la educación impartida en los centros educativos de la Iglesia. Sus alumnos son tan venezolanos como los que estudian en otros planteles. Sus docentes y trabajadores tienen derecho a equipararse a los que trabajan en las escuelas oficiales. Expresamos nuestra preocupación respecto a las dificultades encontradas para que los organismos oficiales competentes honren los convenios ya establecidos, principalmente en el ajuste anual de los presupuestos para cumplir con las obligaciones salariales del personal. 9. Es obligante señalar la amenaza que se cierne sobre algunas instituciones educativas católicas y privadas, en el orden presupuestario, por el necesario aumento del costo de la matrícula escolar. Para nadie es un secreto que nuestro país tiene uno de los índices de inflación más altos de América Latina. Esta realidad afecta tanto a las personas como a las instituciones, entre ellas las educativas, poniendo en peligro la existencia de éstas últimas. De esto están conscientes los directivos, los padres y representantes de los alumnos, que temen la desaparición, en la práctica, de la posibilidad de optar por una educación cristiana para sus hijos. 10. En la búsqueda de la educación que queremos los venezolanos, de acuerdo con los principios constitucionales, es fundamental proceder a la elaboración de una propuesta curricular que incorpore el consenso más amplio, después de una consulta abierta e inclusiva, que respete el derecho de los padres a elegir el tipo de educación integral que ellos anhelan para sus hijos, y que esté encauzada a la formación del ciudadano que requiere el país.Es necesario que las autoridades educativas favorezcan el diálogo y la concertación con las organizaciones educativas católicas, de tal modo que se encuentren soluciones pertinentes y permanentes en bien de miles de estudiantes que se forman en esos centros educativos.Clima político-electoral11. El actual panorama político del país se caracteriza por una crispación de los ánimos que no es saludable para el importante evento electoral que se avecina. Las elecciones son un proceso normal en el desenvolvimiento de un país democrático. Se hace necesario el diálogo, el respeto a las personas y sus derechos y al ordenamiento jurídico vigente para no entorpecer este proceso. 12. Como en anteriores ocasiones, exhortamos a los electores a cumplir su obligación cívica de sufragar, uno de los actos que más fortalecen el sistema democrático. A pesar de las dificultades y retrocesos que se han producido en el pasado lejano y reciente en relación a la realización de comicios, éstos siempre constituyen un canal imprescindible de expresión de la ciudadanía y de consolidación de la democracia. Es grande también la responsabilidad de los candidatos o actores políticos: en este proceso electoral, más que unos cargos, están en juego valores esenciales de la democracia, a saber: el pluralismo, la libertad, la honestidad, la justicia, la paz.13. A la obligación de participar que tienen los electores corresponde, por parte del Estado, en particular del Consejo Nacional Electoral, el deber de garantizar la pulcritud del proceso, su fácil acceso, la difusión inmediata de los resultados y el acatamiento de los mismos, como voluntad popular que de ese modo se expresa, sin que pueda anteponérsele ningún otro interés, grupal o individual, ideológico o de cualquier otra naturaleza. Sin embargo, dados los acontecimientos del último semestre, en concreto, las inhabilitaciones de centenares de ciudadanos por un órgano administrativo, conviene poner de relieve que entre los presupuestos de un proceso de elecciones imparcial, transparente y libre, está la garantía para todo ciudadano, dentro de los límites establecidos por las leyes, de elegir y de ser elegido. A nadie se puede condenar o privar de sus derechos sin una sentencia judicial firme. Se trata de derechos humanos que sólo excepcionalmente pueden ser limitados, y ello dentro de los cauces constitucionales (Cf. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, arts. 42 y 65). Cualquier lesión de estos derechos por medidas que no estén claramente fundadas en el ordenamiento jurídico vigente, viola la Constitución, pone en entredicho la voluntad democrática de un régimen, y más bien sugiere la intención de sacar del camino a los adversarios que tengan posibilidades de éxito. 14. Dentro del cuadro político ya descrito, un elemento que agudiza la polarización es la imposición de cualquier tipo de consigna que amenace con la muerte. Este tipo de consigna es éticamente reprobable, y contraviene abiertamente la Constitución vigente y la voluntad expresada en el referéndum del 2 de diciembre. En vez de expresiones como ésta, lo que el pueblo desea es la solución de los graves y muy concretos problemas que vive, como la seguridad, la salud, la vivienda, la educación y otros. La División de poderes, expresión y garantía de la Democracia15. Una auténtica separación de poderes es garantía de ejercicio pleno de la democracia. El argumento de que no puede haber ningún tipo de diferencia porque los poderes deben trabajar en armonía es falaz. Evidentemente, los grandes intereses nacionales piden el logro de acuerdos, pero estos jamás pueden ser automáticos, ni responder a la línea dictada por uno de los poderes públicos, sino fruto, precisamente, del debate, de la confrontación de ideas, en el respeto mutuo de los actores de dicho dialogo. El Poder Judicial, cuya misión es, precisamente, juzgar, incluso eventualmente a quienes detentan los demás poderes públicos, debe hacer valer y respetar su independencia y autonomía. Conclusión.16. Nuestro pueblo quiere la vida, y una vida digna. Ésta se consigue con actitudes y políticas que promuevan el reconocimiento de la dignidad personal, los valores humanos, la paz, el respeto a las diferencias, el diálogo sincero y la apertura a los otros. El progreso de Venezuela no se logrará con una permanente conflictividad, sino mediante un clima de paz, abierto al reconocimiento e inclusión de todos sus habitantes y sectores humanos. La construcción del país es tarea de todos. Nadie debe ser excluido. 17. Los cristianos no podemos abdicar de esta responsabilidad; antes bien, con la sabiduría del Espíritu de Dios debemos sentirnos llamados a ser mensajeros permanentes de la Buena Noticia de Jesucristo, el Señor, y trabajar por el bien común de todos los venezolanos. Él nos llama a asumir en nuestra nación el gran desafío de construir su Reino de verdad, de justicia, de paz, de amor. Pedimos la intercesión de María Santísima de Coromoto, patrona de nuestra Patria, para que nos acompañe en la construcción de este Reino y el logro de la paz duradera.
Caracas, 10 de julio de 2008
Con nuestra bendición.
Los Obispos de Venezuela

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martes, 8 de julio de 2008

Electo Obispo Asesor de la Renovación Carismática Católica de Venezuela


Con gran entusiasmo por parte de los obispos y arzobispos Venezolanos, se llevó a cabo la elección del Nuevo Asesor Nacional de la Renovación Carismática Católica de Venezuela.


En un clima fraterno y por votación unánime resultó electo el Excmo. Mons. Tomás Jesús Zárraga Colmenares; quien actualmente es el Obispo titular de la Iglesia particular de San Carlos del Estado Cojedes.


Actualmente Monseñor Tomás Jesús Zárraga, es miembro de la Comisión del área de Evangelización Y Mundo de la Cultura; en la Comisión de Medios de Comunicación Social. Daremos más datos: de la Diócesis, de la vida de Monseñor y otros datos.

lunes, 7 de julio de 2008

Salutación Inaugural de la 90 Asamblea del Epíscopado venezolano por parte del Presedente de la CEV.


SALUTACION INAUGURAL DEL PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA EN LA INSTALACION
DE LA NONAGESIMA ASAMBLEA DE LA CEV


Emmo. Sr. Cardenal Jorge Urosa Savino,
Excmo. Sr. Nuncio de Su Santidad, Mons. Giacinto Berloco
Hermanos Arzobispos, Obispos, Vicarios Apostólicos y Administradores Diocesanos
Miembros de las Juntas Directivas de CONVER, CNL y de AVEC
Queridos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que prestan servicios en Oficinas y Departamentos del Secretariado de la CEV
Apreciados Seminaristas
Invitados especiales
Representantes de los Medios de Comunicación Social



1.- Acudimos llenos de fortaleza y esperanza, fresco aún en nuestras mentes el recuerdo la hermosa y multitudinaria beatificación de la Madre Candelaria de San José, para participar en la nonagésima Asamblea Ordinaria de nuestra Conferencia Episcopal, trayendo a cuestas el yugo suave y la carga ligera de nuestras iglesias y animados por ese inmenso impulso evangelizador suscitado por el Concilio Plenario, la Quinta Conferencia General de Aparecida y el inicio del Año Paulino.

2.- Nuestra tarea principal es sin duda conducir como pastores y guías espirituales cada una de las Iglesias particulares que nos han sido encomendadas y hacer de cada una de ellas una casa y escuela- y yo añado taller- de comunión” (Ap 186). Pero también nos incumbe el deber de responder a la necesidad que tiene el pueblo de Dios de construirse como una comunión de Iglesias Particulares (Ibíd. 182).

3.- Tanto Aparecida como el Documento sobre Instancias de Comunión del Concilio Plenario, nos recuerdan que la Conferencia Episcopal Venezolana no es una instancia meramente jurídica o administrativa. Es una realidad viva, concreta y eficiente, de carácter permanente que nos permite vivir y manifestar la colegialidad en el ejercicio de nuestro ministerio y expresar tanto nuestra unidad como la naturaleza apostólica de nuestro ministerio. Es una instancia que nos permite cultivar la espiritualidad de comunión y misión, alimentar nuestra fraternidad, orar y discernir juntos los caminos de Dios, superar los riesgos de la soledad y desaliento ante la magnitud y desproporción de los problemas pastorales que nos agobian. La entendemos como un acontecimiento espiritual, como un auténtico “encuentro con Cristo vivo, presente entre los hermanos que se reúnen en su nombre”. Con el Señor en medio de nosotros se acrecienta nuestro sentido de cuerpo eclesial, expresamos nuestra comunión con otras iglesias del continente y del mundo y le damos una nueva dimensión a nuestra unidad con la sede petrina.

4.- Muchos son los venezolanos que en estos momentos están orando por nosotros y dirigen llenos de esperanza su mirada hacia nuestro organismo anhelando encontrar en él un referente sólido de integración y de unidad. No podemos defraudar a nuestros hermanos. Por tal motivo debemos empeñar todos nuestros esfuerzos en mantenernos unidos entre nosotros y con cada uno de nuestros presbiterios y trabajar con denuedo para asegurar la cohesión de cada una de nuestras comunidades cristianas en torno a Cristo, en torno a la Eucaristía y en torno a la figura del Sucesor de Pedro.

5.- Ante el surgimiento de un nuevo grupo religioso denominado “Iglesia Católica Reformada”, reafirmamos que la Iglesia Católica a la cual pertenece la gran mayoría del pueblo venezolano, no se ha dividido. La Iglesia católica, reunida y alimentada por la Palabra y por la Eucaristía, existe y se manifiesta solamente en las arquidiócesis, diócesis y vicariatos en comunión entre si con el Obispo de Roma (Cf. AP. 165-166). Desde esta Asamblea Episcopal, cercana aún la fecha de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, que es también la fiesta del Papa y de la condición petrina y apostólica de la Iglesia, manifestamos a Su Santidad el Papa Benedicto XVI, a través del Señor Nuncio, aquí presente, nuestra plena comunión eclesial y expresamos con gozo nuestra obediente adhesión a su persona y a su Ministerio.

6.- Invito a todos mis hermanos y a todos los católicos a dar razón de nuestra esperanza a quienes nos la pidan y a salir al paso, con respeto pero con firmeza, a todos aquellos que pretendan sembrar la confusión y la división en el rebaño católico. No es la primera vez que surgen en Venezuela grupos religiosos que buscan dividir a los católicos y separarlos de sus pastores. Gracias a Dios nunca lo han logrado. No tengamos miedo: ¡siempre habrá en la Venezuela consagrada al santísimo Sacramento un solo rebaño y un solo Pastor!

7.- En este ambiente de comunión y unidad eclesial saludamos a Mons. Antonio López Castillo que acaba de recibir en Roma el palio arzobispal que lo coyunda más con el servicio y la misión de Pedro. Les damos la bienvenida a los Ilustrísimos Monseñores Raúl Alfredo Ascanio Administrador de la Arquidiócesis de Calabozo y a Jaime Villaroel Rodríguez, administrador diocesano de Margarita. En esta Asamblea tendremos la oportunidad de compartir con Mons. Luis Secco, obispo de Willemstad, su acción de gracias por los 50 años de la Iglesia particular que el pastorea en las islas de Aruba, Bonaire y Curazao y a la cual nos sentimos todos muy unidos por múltiples lazos históricos, culturales y eclesiales.

8.- Dos días de nuestra agenda estarán dedicados a la realización de una Asamblea Conjunta con la Confederación Venezolana de Religiosos y Religiosas. Es un acontecimiento eclesial de gran importancia que nos permitirá orar juntos, conocernos mejor, ampliar y consolidar la fraternidad y la comunión eclesial entre nuestras instituciones y apreciar los dones y carismas que el Espíritu del Señor ha derramado en nuestras Iglesias a través de la vida religiosa de especial consagración. Queremos trabajar juntos el tema de la Misión Continental y le pediremos a las Beatas María de San José y Candelaria de San José, que sean nuestras guías e inspiradoras.

9.- La presencia entre nosotros de los religiosos y religiosas educadores nos da la oportunidad de manifestar nuestro apoyo a las iniciativas y acciones realizadas por las escuelas privadas, muchas de ellas católicas, para manifestar su inconformidad por el restrictivo porcentaje de aumento del 15% autorizado por las instancias educativas oficiales. Exhorto a las autoridades a reconsiderar esta medida pues pone en peligro la calidad la misma existencia de tan importante servicio público. Es también preocupante el retardo del pago de los aumentos aprobados el año pasado para los docentes y este año para el personal obrero y administrativo de las escuelas pertenecientes a la AVEC. Hacemos nuestros el justo reclamo del personal de estos planteles.

10.- Varios documentos van a ser objeto de nuestro estudio y aprobación definitiva en esta Asamblea: Un Mensaje con motivo de los cuarenta años del Documento Conclusivo de Medellín (1968-2008); Una Carta Pastoral Colectiva sobre la Espiritualidad renovada que ha inspirar al pueblo cristiano en la edificación de una Iglesia casa, escuela y taller de comunión y solidaridad y una Carta pastoral colectiva para lanzar el Plan Pastoral “ Iglesia solidaria” con el cual queremos ayudar al pueblo cristiano a crecer y madurar en corresponsabilidad compartiendo los dones del tiempo, de los talentos y de los bienes económicos (tiempo, talento y tesoro).

11.- Dos proyectos vuelven a nuestras mesas para estudiarlos y si es posible darles la aprobación definitiva. Se trata de la llamada Comisión Pastoral de Instancias de Comunión y del Instituto Nacional de Pastoral. Son dos herramientas operativas de fundamental importancia para impulsar la espiritualidad de comunión y misión, desarrollar programas permanentes de formación de todos los miembros del pueblo de Dios, renovar las actuales instancias y organismos pastorales, promover el surgimiento de nuevas instancias de comunión, propiciar la comunión cristiana de bienes y favorecer una pastoral de conjunto, orgánica, planificada y participativa (Cf. ICM 148-153).

12.- Otro asunto de mucho calado que ocupará nuestra atención y estimulará nuestra creatividad será el tema de la pastoral sacerdotal. Se trata de un aspecto fundamental cuyo estudio se inició el año pasado, bajo la coordinación de la Comisión Episcopal de clero, seminario y vocaciones y con el cual queremos analizar a fondo la situación actual del clero venezolano, definir el perfil del sacerdote que necesita la evangelización renovada y profunda de nuestro pueblo y delinear los criterios de organización que tenemos que darle a nuestros seminarios y centros de formación permanente para lograr contar a mediano plazo con el número suficiente de sacerdotes santos y cualificados. No dejemos de orar al dueño de la mies venezolana para que envíe operarios según su corazón.

13.- Esta Asamblea está circundada de muchos acontecimientos eclesiales. Acaba de terminar el Congreso Eucarístico Internacional en Quebec, Canadá. El 28 de junio pasado se inició el Año Paulino con el cual el Santo Padre nos invita a celebrar el bimilenario del nacimiento del gran apóstol Pablo. Ya se encuentra en circulación el Mensaje de nuestro Conferencia con indicaciones pastorales concretas para vivir provechosamente este año jubilar. Dentro de dos semanas se iniciará en Sidney, Australia, la Jornada Mundial de la Juventud con la presencia del Santo Padre y a la que asistirá una pequeña pero significativa delegación de Venezuela, presidida por dos obispos de la Comisión Episcopal, Mons. Diego Padrón y Mons. Mariano Parra. Del 13 al 17 de agosto tendrá lugar en Quito, Ecuador, el octavo Congreso Misionero Latinoamericano y el tercer Congreso Americano. El Congreso concluirá con el lanzamiento de la Misión continental, iniciativa de Aparecida y que envolverá en un solo dinamismo evangelizador a todas las iglesias particulares de América. En el mismo mes de agosto se llevará a cabo en Maracaibo el cuarto encuentro de los Seminaristas y Formandos de Venezuela, CONSEFORVEN.

14.- Finalmente en octubre se llevará a cabo la Asamblea Sinodal de Obispos sobre la Palabra de Dios a la que asistirán en representación de nuestro episcopado los Señores Obispos Freddy Fuenmayor y José Sótero Valero. Todos estos acontecimientos, a los que estaremos de una u otra manera estrechamente asociados, son otros tantos signos que nos incitan a estar atentos al paso salvador de Dios por la historia de nuestro país y por la vida de nuestras Iglesias y que nos llaman a renovarnos en la mente y en el corazón.

15.- Como hijos de América nos regocijamos con Colombia y el mundo entero por la liberación de la Sra. Ingrid Betancourt junto a 14 rehenes más. Pedimos al Señor por nuestra hermana República para que este acontecimiento haga más cercana su definitiva pacificación. ¡Cuánto anhelamos también que la paz y la concordia se implante en nuestro país! Desde nuestra vocación de pastores, manifestamos nuestra profunda preocupación por el incontrolado clima de violencia y de inseguridad que invade el cuerpo social y político de Venezuela sin que se vean hasta ahora acciones concretas y contundentes para contrarrestarlo. ¿Cuándo se cerrarán las venas rotas de Venezuela, que se desangra en sus jóvenes y en sus niños inocentes?

16.- Es también nuestro deber señalar que las inhabilitaciones de carácter administrativo impuestas a un gran número de venezolanos van en contra de la previsión contenida en el Art. 42 de la Constitución Bolivariana, según el cual “el ejercicio de la ciudadanía o de alguno de los derechos políticos solo puede ser suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley”. La vigencia de esta medida constituye por consiguiente un elemento que enturbia el clima democrático de las próximas elecciones.

17.- Siempre es conveniente recordar que cuando los obispos hacemos estos señalamientos, no somos voceros de ninguna parcialidad política o social. Solo nos guía el bien de todos los venezolanos y venezolanas y el mejoramiento de la calidad de convivencia de todos los que comparten el alma, la vida y el corazón de esta patria, particularmente los más pobres y desasistidos. Esta siempre ha sido la actuación de los pastores de la Iglesia en este país y queremos mantenernos fieles a esta misión pastoral.

18.- Vivimos un cambio de época de consecuencias insospechadas. No sabemos aún exactamente hacia donde se encaminan nuestros pueblos. Pero lo que si es importante es que nuestra gente sienta y sepa que cualquiera sea la ruta por donde vaya nunca la dejaremos sola, siempre caminaremos a su lado y que lo haremos no como activistas, ni como actores políticos, ni siquiera como meros agentes humanitarios sino en nombre de Jesucristo, como maestros de la fe, como santificadores y servidores de la caridad; conscientes de nuestra misión religiosa y evangelizadora aunque llevemos tan precioso tesoro en los frágiles vasos de barro de nuestras vidas.

19.- Concluyo invitándoles a todos a transformar en oración los títulos con los que el documento de Aparecida describe la identidad y las vocaciones específicas de los discípulos misioneros que formamos la Iglesia de Cristo. Señor Jesús, que con tu gracia y la fuerza de tu Espíritu, los obispos seamos los discípulos misioneros de Jesús Sumo Sacerdote; los presbíteros, los discípulos misioneros de Jesús Buen Pastor; los diáconos permanentes, los discípulos misioneros de Jesús Servidor; los fieles laicos y laicas, los discípulos misioneros de Jesús Luz del mundo; los consagrados y consagradas, los discípulos misioneros de Jesús Testigo del Padre. Que todos juntos conformemos el cuerpo ministerializado de Cristo, la Iglesia peregrina, comunidad de amor, llamada a reflejar la gloria del amor de Dios y así atraer a las personas y a los pueblos hacia Ti, Nuestro Señor y Salvador. Amen.

20.- Para gloria de Dios Padre y con la ansiada protección de nuestra Madre la Virgen María de Coromoto, declaro inaugurada la nonagésima Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Caracas 7 de julio de 2008



+ Ubaldo R Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo
Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana

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